Personas y empresas eficientes

El mes pasado estuve de visita por la famosa bodega de Cava Freixenet en Sant Sadurní d’Anoia, Catalunya, España.


La experiencia para mí fue sumamente agradable por dos razones. La primera porque fuimos guiados por las instalaciones de esa gran bodega por Jordi, un gran profesional y mejor persona.


Nos contó como su abuela había trabajado de limpiadora en la bodega, como primos de su padre trabajan hoy en la empresa y como su propio padre hace 40 años trabaja en la empresa que provee a Freixenet de las cubiertas metálicas de los corchos de las botellas de cava.


En esa línea nos explicó el gran arraigo que significa para su pueblo Sant Sadurní el hecho de que gran parte de su población trabaje o haya trabajado en la bodega o para ella.


Esta humanidad de Jordi me dio que reflexionar…este chico esta totalmente alineado con los valores de su organización: Trabajo, Liderazgo y Tradición, pensé entre sorprendido y admirado.


Jordi, durante su exposición había puesto de relieve el esfuerzo (trabajo) que había supuesto para la familia fundadora de Freixenet, sacar adelante la empresa. Nos contó del sacrificio que había hecho Pilar Sala en los tiempos de la guerra civil Española (liderazgo).


Propietaria del Grupo Freixenet junto a sus hermanos, Pilar Sala mujer afable y cultivada, desarrolló su vida en torno al negocio familiar (tradición), en cuyo crecimiento y expansión jugó un papel determinante junto a su hija Dolors.


En la década de 1930, que no fue fácil en España inmersa en una larga y dolorosa guerra civil, ella tuvo que hacerse cargo de la recuperación del negocio. Suyos fueron los primeros pasos de Freixenet tras la contienda con tan solo 20 años, nos relató con elocuencia Jordi.


Expresaba Pilar en una entrevista…”No sé si somos del todo conscientes del éxito de nuestros esfuerzos. Nos hemos sacrificado, no hemos pretendido acumular dinero, sino que todo revierta en la empresa. Creo que nuestros padres estarían orgullosos del relevo, porque todos hemos actuado con responsabilidad. Y, felizmente, hemos llegado hasta aquí”.


Volviendo a Jordi, me queda una inmensa alegría al ver a un chico joven estar tan alineado con la empresa para la que trabaja y como,  a pesar de haber concluido su horario de trabajo, se quedó charlando con un grupo de Venezolanos que le indagaban en temas propios del cultivo del cava.


Me surgen algunas preguntas…


  • ¿Qué estamos haciendo para que nuestros empleados estén alineados?
  • ¿Cómo los educamos en valores de compañía?
  • ¿En qué momento compartimos su visión y misión personales?


Espero sus comentarios.

Si lo que acabas de leer te ha gustado, te invito a compartirlo:




Me gustaría saber tu opinión:

 
Rss Feed Tweeter button Facebook button Linkedin button Flickr button Youtube button